Si te gustan los conciertos y los festivales de música, seguramente en algún momento de tu vida has tenido que lidiar con Ticketmaster, la empresa boletera más grande de todas.
Si no, seguramente has escuchado quejas en contra de esta compañía, como pasó en el concierto de Bad Bunny en la Ciudad de México, donde muchas personas que sí tenían boleto se quedaron fuera.
Ante ese descontento, agencias defensoras de derechos de los consumidores de México, Argentina, Chile y España demandaron la semana pasada que Ticketmaster garantice la máxima protección en los países en los que realiza la venta de entradas en medio de crecientes polémicas de la empresa.
La exigencia de las agencias defensoras ocurrió durante el Foro Iberoamericano de Agencias Gubernamentales de Protección al Consumidor (FIAGC) en la que participó también la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) del Gobierno de México.
En su participación, el procurador mexicano del consumidor, Ricardo Sheffield, destacó que es muy importante la coordinación y el intercambio de información entre agencias de protección al consumidor para poder ver qué compañías o empresas están fallando.
“Es importante cuando las y los consumidores se enfrentan a problemas similares con la misma compañía en distintas partes del mundo”, dijo.
La demanda que hicieron las agencias defensoras de los países mencionados fue justamente para prevenir fraudes y aumentar la transparencia y así mejorar la experiencia de las y los consumidores, quienes finalmente son los que necesitan de empresas como Ticketmaster.