En México, una de las empresas que goza más privilegios y que más abusa con respecto a otros países es Ticketmaster: no sólo se cobran más cargos que en otros lugares, sino que se han presentado casos de cancelaciones e incumplimientos de obligaciones que afectan a las y los consumidores.
Ante esa realidad, la semana pasada la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen (por 24 votos a favor y 11 en contra) que propone reformar las leyes de Protección al Consumidor, y de Competencia Económica, para finalmente regular los mecanismos y esquemas utilizados por las empresas como Ticketmaster, comúnmente llamadas boleteras.
Ya antes la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) había recibido e investigado diversas quejas a raíz de descontentos y malas experiencias en las compras de boletos para conciertos como el de Bad Bunny, RBD, y, recientemente. Taylor Swift.
No obstante, ante la falta de una regulación adecuada, las y los consumidores siempre terminaban con una mala experiencia.
¿Qué busca la reforma?
El dictamen pretende que, al anunciarse la cancelación de algún evento, empresas como Ticketmaster, estén obligadas a devolver el importe completo a las y los consumidores dentro de 30 días naturales siguientes a la fecha del anuncio de cancelación. Eso actualmente no sucede.
Otro de los aspectos que se incluyen en la iniciativa es que las compañías dedicadas a ofrecer espectáculos deberán garantizar la entrada a quienes cuenten con algún medio válido para su acceso, para evitar, por ejemplo, lo que pasó con el magno concierto de Bad Bunny en México.