En un panorama donde la industria automotriz está predominantemente acaparada por hombres, Zacua llega para posicionarse como la primera marca nacional que fabrica autos eléctricos en México y que está liderada y guiada por mujeres.
Detrás de la novedosa marca, se encuentra un equipo conformado en un 70% por mujeres, que ocupan cargos directivos, pero que también ocupan cargos operativos de ensamble.
Actualmente, son 25 las mujeres que conforman el Centro de Ingeniería de Zacua, y son ellas las que trabajan en el diseño de prototipos, pero que también desarrollan proyectos.
Nazareth Black, directora de la marca, ha dejado claro que Zacua es un proyecto digital, disruptivo, que además de ser pionero en el área, también tiene como objetivo la inclusión laboral de las mujeres a un mercado que históricamente había estado dominado por los hombres.
En entrevista para el Heraldo, Black explicó: “el tema de la contratación de mujeres no lo tratamos como si fuera una rivalidad, sino que es parte de la filosofía de la empresa, es un tema de inclusión de darle espacio a las mujeres y un tema de equidad, en el que las mujeres pueden aspirar a los mismos trabajos, que tengan un ambiente de trabajo seguro, sin tener que dar o hacer algo a cambio para conseguir el trabajo o conseguir un ascenso”.
Cero contaminación y ensamblado a mano
Además de ser la primera marca mexicana en este nuevo mercado, los dos modelos que actualmente ofrece Zacua (MX2 y MX3) destacan por ser amigables con el medio ambiente, ya que no generan emisiones de CO2 ni de ningún otro contaminante para el aire, como gases de invernadero.
Y aunado a esto, Zacua brilla entre el resto de las opciones ya que sus automóviles son de “diseño y de producción limitada”, ya que se ensamblan a mano y bajo pedido de las y los clientes.
En conclusión, Zacua es “un automóvil totalmente eléctrico inteligente, urbano y mexicano”, según se resume en su portal de internet.
Por si fuera poco, adquirir uno de estos no solamente sería apoyar el trabajo de las mujeres que están detrás de este (así como a la economía local), sino que también implicaría una inversión a un futuro sustentable, que está exento del pago de miles de pesos en gasolina y en verificaciones.
EL DATO: Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) tres de cada 10 profesionistas en ingeniería son mujeres, lo cual evidencia todavía el estereotipo de género que existe alrededor de estas áreas y que no permite la inclusión de las mujeres a las mismas.
