Por Rodrigo Díaz de León Martí
Por largo tiempo se ha creído que el éxito económico trae consigo el bienestar emocional; que la felicidad depende de la autorrealización del individuo. Sin embargo, la salud mental depende poco de la percepción de dinero y, por el contrario, puede verse gravemente erosionada por el estrés que causa el afán de generar más ingresos. La verdadera fuente del bienestar emocional son los pensamientos; la apreciación de los acontecimientos que se viven tiene un efecto profundo en el estado psicológico de las personas. Los pensamientos nocivos pueden desembocar en ansiedad, insomnio e incluso el mismo autosabotaje. Por ende, el cultivo de ideas positivas y la capacidad de moldeamiento de las propias percepciones son elementales para el goce de una buena salud mental.
Las palabras “cultura” y “culto” vienen del latín cultūra, que significa cultivo. Luego, decir que una persona es culta puede aludir a los pensamientos o conocimientos que crecen en su mente. En esta analogía, la mente sería la tierra y los frutos serían los pensamientos. La psicología, coincidentemente, sigue el principio de la agricultura en el que se dice que, mientras más diversa sea la vegetación en un área, más fértil será la tierra. Por lo tanto, realizar constantemente el ejercicio de imaginar o explorar distintas formas de hacer actividades cotidianas, como lo haría alguien totalmente diferente, sirve como entrenamiento para ampliar el abanico de pensamientos y percepciones sobre un mismo hecho.
Lo que se ve fuera de sí mismo es tan sólo una perspectiva; no es la verdad. Si se está afligido por alguna situación, no es por el acontecimiento en sí, sino por el significado que se le ha otorgado. Bajo esta lógica, el optimismo está en que, con el pensamiento, se tiene el poder de eliminar el malestar percibido, pues se tiene el control de la mente. Entonces un factor de cuidado para la salud mental es el experimentar diferentes pensamientos y percepciones sin encasillarse en un tipo de cultivo en concreto. Diferentes formas de pensamiento dan lugar a diferentes formas de solución de conflictos y a nuevas formas de entendimiento. A mayor diversidad de pensamientos incorporados, más abundancia y fertilidad mental.