Por César A. Leal González
¿Cuántas veces visitar una página de internet llega a convertirse en una experiencia agradable, eficaz y convincente de lo útil que es la tecnología? Pues existen ocasiones en que resulta ser todo lo contrario; ocasiones donde nuestra paciencia puede conocer limites no explorados.
Y estas complicaciones solo tienen dos orígenes. El primero recae en quien consulta la página, pues puede haber problemas con su red (datos celulares, wifi o cableado), o bien, con su equipo (computadora, tablet o dispositivo móvil). El segundo recae directamente en la página y todos sus servicios añadidos, que comprenden desde errores de programación hasta un mal funcionamiento en el servidor y, en algunos casos, las llamadas “caídas de servidor”.
Sin profundizar mucho en el tema, durante las últimas semanas se suscitó un evento similar al que describí, específicamente en la página de registro para la vacunación contra la covid-19. El proceso de registro se veía interrumpido por algunos factores, todos del lado del sitio, pero hubo uno en especial que era el responsable: la sobrecarga de peticiones.
¿Por qué ocurrió esta situación? Imaginemos que se corre el rumor de que no habrá gasolina, así que la gente comienza a comprar gasolina en su temor al desabasto, todos al mismo tiempo y todos en grandes y recurrentes cantidades, el resultado sería un colapso total en el sistema, sin poder distribuir los recursos a causa de la sobrecarga de peticiones. Pues esta misma situación se vio reflejada en el sitio de registro par ala vacuna, que si bien se vio afectado por una sobrecarga, no se exime de culpa, pues una buena arquitectura y una correcta planificación de la página habrían evitado la contingencia y su mal funcionamiento.